Este noviembre acabamos de regresar de participar de un nuevo Youth Exchange del programa Erasmus+! Hemos vuelto a Rumanía, ya que esta vez el intercambio tuvo lugar en Slanic-Moldova, un pequeño pueblo en una zona rural del centro del país. El intercambio estuvo organizado por la asociación local Asociația pentru Dezvoltare Activă. Durante el proyecto, jóvenes de diversos países europeos como Malta, Turquía, Rumanía, y Serbia, junto al grupo representante de Valdeorras Vive, trabajamos juntos para fomentar el emprendimiento en zonas rurales, mejorar las habilidades y conocimientos en el desarrollo de nuevas ideas, y en general, experimentar un intercambio cultural enriquecedor. Fue una experiencia muy gratificante en la que adquirimos nuevas habilidades y conocimientos, y también tuvimos la oportunidad de conocer a jóvenes de otros países y compartir nuestras culturas.
Una de las partes más divertidas y entretenidas del Youth Exchange, como suele pasar a menudo, fueron sus noches interculturales. Cada noche, un grupo de participantes se encargaba de preparar una comida típica de su país, y todos los demás teníamos la oportunidad de probar platos y sabores nuevos. Fue increíble ver cómo todos los participantes se esforzaban por mostrar lo mejor de su cultura culinaria, y también fue divertido ver cómo algunos platos causaban cierta sorpresa o incluso horror entre los demás. En general, las cenas interculturales fueron una excelente oportunidad para conocer más sobre las diferentes culturas de los participantes, y también para reír y disfrutar juntos.
Otro de los momentos más interesantes fue la visita a una incubadora de proyectos de emprendimiento en Bacău. Tuvimos la oportunidad de conocer a jóvenes emprendedores locales que nos contaron sus historias y nos enseñaron sus proyectos. Fue fascinante ver el entusiasmo y la creatividad de estos jóvenes, y también fue divertido ver cómo algunos de nuestros compañeros de otros países no podían dejar de sorprenderse ante algunas de las ideas más innovadoras. En general, la visita fue una excelente oportunidad para inspirarnos y aprender sobre el emprendimiento en un entorno diferente al nuestro.
A pesar de que el Youth Exchange duró dos semanas, en ningún momento nos aburrimos. La temática del proyecto, el fomento del emprendimiento en zonas rurales, resultó ser muy interesante y nos mantuvo ocupados y motivados durante todo el intercambio. Además, la programación incluyó una gran variedad de actividades, desde talleres prácticos hasta excursiones culturales, lo que hizo que el tiempo pasara volando. Y como si fuera poco, también tuvimos la suerte de coincidir con la Copa del Mundo, así que pudimos disfrutar de algunos partidos emocionantes en buena compañía. En resumen, fue una experiencia inolvidable que mejoró nuestras habilidades y conocimientos, y que también nos permitió disfrutar de una gran cantidad de momentos divertidos y entretenidos. ¡Gracias a todos los que lo habéis hecho posible!
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