Durante el mes de marzo tuvimos la oportunidad de participar en un curso de formación Erasmus+ organizado por NaturKultur en una casa rural cercana a la ciudad de Bremen, en Alemania. El proyecto se enfocó en la importancia del autocuidado para los trabajadores juveniles. De vuelta a la realidad, es el momento de plasmar algunas reflexiones de lo vivido.
La semana empezó intensamente, conociéndonos de una forma muy original: a través de la expresión artística dibujando mandalas, una representación de nuestro yo que nos acompañaría durante toda la semana hasta el último día del intercambio. La propuesta de Naturkultur fue hacernos reconectar con nuestras necesidades y talentos, tanto en lo laboral como en lo personal, con talleres sobre psicología, comunicación, o meditación guiada, por citar algunos pocos. Una casa encantadora rodeada de bosque, en el medio de la absoluta nada, fue el escenario perfecto.
Una de las lecciones más interesantes que nos llevamos es el concepto de "islas de autocuidado". A través de la creación de espacios de actividad en diferentes áreas de la casa rural, aprendimos a dedicar tiempo para cuidar de nosotros mismos y de nuestras necesidades personales. Nos ha parecido un enfoque súper original para promover una mentalidad de cuidado personal y proponer actividades durante el tiempo libre, algo que seguro que aplicaremos en nuestros intercambios.
La segunda gran lección que nos llevamos es la importancia y la necesidad de promover un estilo de vida más sostenible en nuestro día a día y en los proyectos Erasmus+. Podemos confirmar que sobrevivimos a una semana comiendo verde, con una dieta vegetariana preparada con mucho cariño y que ha sido de todo menos un reto. Ha sido increíble ver la pasión con la que nos presentaban cada plato desde el equipo de cocina, buscando sorprender y demostrar que se puede comer de una forma más consciente y responsable. Mil gracias a Juraj, Anna y Marilena por toda su pasión entre los fogones.
Una última reflexión con la que nos quedamos la aprendimos durante los talleres de baño de bosque. Dagna, una de los trainers del proyecto, nos invitó a participar en varios paseos de meditación, reflexiones grupales y otras propuestas en torno a una idea bien sencilla y poderosa: que la conexión con la naturaleza tiene efectos positivos en la salud mental y física.
Desde reducir el estrés, a mejorar el estado de ánimo, aumentar la actividad del sistema inmunológico o mejorar la función cognitiva, por mucho que os pueda parecer una propuesta mística, os invitamos a probarla y descubrirlo vosotros mismos. Si te sientes triste o necesitas desahogarte, acércate a un árbol y cuéntale tus penas. Te escuchará atentamente, te dará sombra y oxígeno fresco a cambio.
No sabemos si será por el entorno, la comunidad que construimos durante estos días, o simplemente la suerte de encontrarnos con un grupo tan diverso y especial, pero este ha sido uno de esos proyectos que no se olvidan fácilmente. Gracias tanto a Naturkultur como a nuestras amigas de Brisaintercultural y a todos y cada uno de los que lo habéis hecho posible.
Nos despedimos con la certeza de que no sea un adiós, sino un hasta pronto.
✨ Fixing what you didn't break ✨
There are moments that we keep
just by looking at them,
just by being there,
just by observing them from the inside,
from the outside,
from the back
and from the front,
By being the main character
or one of those
who have the privilege
of being a secondary one.
Because there are moments with a particular smell,
with the sun that never shows,
and the snow that falls at night.
Moments with a background song
we listen to for the first time
or songs we just know too much about.
And moments that we may forget
and moments that we won't.
People
who will keep impacting us,
who will keep arriving
with their deep talk
in the green room,
with their mind games
in the seminar room,
with a bright smile
every time we cross in the house
and with their funny falls
in the dining room.
Does anyone still remember the tennis night?
Should we let our inner child free again?
Should we just keep living it all over again? Because there is life
to experience
and experiences
to live.
There are people
we were meant to meet in no other way,
forest walks
we were not planned to take,
and cities we may have never come to see.
And this is the moment,
this exact one,
when I decide to keep it.
Keep it
just by looking at it,
just by watching people
creating our mandala.
That,
that speaks many languages
that I don't understand,
and hides countries I've never met,
with traditions that are not mine.
In this finite second,
in this particular feeling,
in this moment
that creates experience,
experience that may always stay,
even when
everything
is done.
Texto: Lucas Docampo
Poema: Paula Esteban
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